Un fin de semana de marzo de este año, paseando con mi familia en Punta de Tralca, vi al Padre Mariano, sentado, solito, contemplando el horizonte… me acerqué a saludarlo y me dio un fuerte y cariñoso abrazo, le dije que lo conozco desde pequeña, que crecì en El Montijo e inmediatamente se acordò y lo relacionò con la Hna. Elena Chaìn y don Lorenzo, ¡santos en vida! me dijo… me contò que ahora querìa volver a vivir en una poblaciòn, a fortalecer las comunidades de base… ¡no sabe cuanta falta hacen los curas como usted! le dije… Sólo espero que se recupere pronto y pueda volver a vivir en una de sus poblaciones como èl tanto lo desea.
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